Además de aliviar la tensión y fomentar la calma, la lavanda es utilizada para diversos fines, con excelentes resultados:
-
Alivia el dolor del cuerpo y del alma.
-
Facilita el sueño profundo.
-
Reduce la ansiedad, desvanece migrañas, lumbalgia y el cansancio emocional.
-
Mejora la circulación y ayuda a curar la artritis.
-
Ayuda a curar problemas respiratorios y a regular el ritmo cardíaco.
-
Incrementa la capacidad cognitiva.
-
Ayuda a restaurar el equilibrio hormonal.
-
Reduce el riesgo de infecciones urinarias.
-
Mejora la digestión (desintoxicante).
-
Refuerza el sistema inmune.
Puede usarse para mejorar daños en la cara y heridas:
-
Desinfecta la piel y el cuero cabelludo.
-
Repele insectos y puede usarse para tratar la inflamación causada por sus picaduras.
-
Es un antiséptico natural por lo que se usa también para detener el sangrado y para tratar condiciones como el acné.
Precauciones: Embarazadas y madres que estén lactando debieran evitar el aceite de lavanda, al igual que diabéticos. Puede provocar alergia en personas con piel sensible.